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lunes, 31 de marzo de 2014


Signos Vitales

Introducción:

Los signos vitales son parámetros clínicos que reflejan el estado fisiológico del organismo humano, y esencialmente proporcionan los datos (cifras) que nos darán las pautas para evaluar el estado homeostático del paciente, indicando su estado de salud presente, así como los cambios o su evolución, ya sea positiva o negativamente. Los signos vitales incluyen: Temperatura, frecuencia respiratoria, frecuencia cardíaca y presión arterial.


Principios:
  1. La temperatura normal es el equilibrio entre el calor producido y el calor perdido.
  2. La temperatura puede variar de acuerdo con la edad, (es más baja en pacientes de edad avanzada), la hora del día, (es menor en la mañana y más alta a mediodía y al anochecer), depende de la cantidad de ejercicio o extremos en la temperatura ambiental.
  3. El aire inspirado que penetra en los pulmones: El organismo toma el oxígeno y elimina bióxido de carbono
  4. El pulso varía según la edad del individuo, el sexo, la talla, el estado emocional y la actividad.

Temperatura
Se refiere al grado de calor o de frío, expresados en término de una escala específica. La temperatura corporal representa un equilibrio entre el calor producido por el cuerpo y su pérdida. Cuando la producción de calor es equivalente a la pérdida de temperatura corporal, ésta última se mantiene constante en condiciones normales. El control de la temperatura del cuerpo está regulada en el hipotálamo, que mantiene constante la temperatura central. La temperatura normal media de un paciente adulto está entre 36.7 y 37 ºC.

Hipertermia: Incremento importante de la temperatura corporal (más de 39 ºC).
Hipotermia: Temperatura corporal menor de la normal (menos de 36 ºC).

Presión arterial

La presión arterial se define como la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes arteriales. Depende de la fuerza de contracción ventricular, elasticidad de la pared arterial, resistencia vascular periférica, volumen y viscosidad sanguíneos. El corazón genera presión durante el ciclo cardiaco para distribuir la sangre a los órganos del cuerpo. Existen siete factores principales que afectan a la presión arterial: Gasto cardíaco, resistencia vascular periférica, elasticidad y distensibilidad de las arterias, volumen sanguíneo, viscosidad de la sangre, hormonas, enzimas y quimiorreceptores.


Hipertensión: Presión arterial mayor a los límites normales. En el paciente adulto se puede considerar hipertensión cuando la presión sistólica es igual o mayor de 140 mm. Hg y la presión diastólica es igual o mayor de 90 mm. Hg.
Hipotensión: Disminución de la presión arterial sanguínea. En el paciente adulto de peso promedio se considera una presión sistólica menor de 90 mm. Hg, sin embargo, ésta debe relacionarse con signos y síntomas o con alguna enfermedad como la enfermedad de Addison.



Pulso
El pulso es la expansión transitoria de una arteria y constituye un dice de frecuencia y ritmos cardiacos. La frecuencia cardiaca es el número de latidos del corazón por minuto. Por cada latido, se contrae el ventrículo izquierdo y expulsa la sangre al interior de la aorta. Esta expulsión enérgica de la sangre origina una onda que se transmite a la periferia del cuerpo a través de las arterias.



Las cifras normales de la frecuencia del pulso en el paciente adulto hombre es de 70 por minuto, y en la mujer adulta es de 80 por minuto (oscila entre 60 y 80 por minuto).
Bradicardia: Disminución de los latidos cardiacos con una frecuencia menor de 60 por minuto.
Taquicardia: Frecuencia cardiaca superior a los 100 latidos por minuto.

Respiración
La respiración es el proceso constituido por el transporte de oxígeno a los tejidos corporales y la expulsión de bióxido de carbono. El proceso consiste en inspiración y espiración, difusión del oxígeno desde los alvéolos pulmonares a la sangre y del bióxido de carbono desde la sangre a los alvéolos, y transporte de oxígeno hacia tejidos y órganos corporales.
El centro respiratorio se encuentra en el bulbo raquídeo encefálico, conjuntamente a los valores del bióxido de carbono en la sangre, controlan la frecuencia y profundidad de la respiración. La frecuencia respiratoria normal de un paciente adulto sano es de 15 a 20 respiraciones por minuto (con un margen de 24 a 28 respiraciones por minuto).

Fases de la respiración
Ventilación pulmonar
: Es la entrada y salida de aire de los pulmones.
Difusión: Es el intercambio entre CO2 y O2 que se realiza a través de la membrana alvéolo-capilar.
Perfusión: Es el transporte del oxígeno a todos los tejidos del organismo a través de la circulación sanguínea.

Complicaciones

Apnea: Ausencia de respiración.
Bradipnea: Respiraciones irregulares lentas con frecuencia menor de 10 por minuto.
Taquipnea: Frecuencia respiratoria aumentada, mayor de 20 por minuto.
Respiración de Biot: Respiración con interrupciones abruptas que ocurren con una frecuencia respiratoria más rápida y profunda.
Respiración de Cheyne-Stokes: Respiración irregular que se presenta con periodos de apnea, seguidos de respiraciones rápidas y profundas, continuando con respiraciones lentas y superficiales. Los periodos de apnea suelen durar hasta 10 segundos, iniciando nuevamente el ciclo.
Respiración de Kussmaul: Respiración difícil que se presenta en forma paroxística, llamada “hambre de aire”, comúnmente se presenta en pacientes en coma diabético.

Toma de Temperatura.


Concepto:

Son las acciones realizadas para medir la temperatura del organismo humano, adopta el nombre según la cavidad o zona donde se toma.

Objetivos:
  1. Conocer y valorar el estado del paciente.
  2. Llevar el registro gráfico de las oscilaciones termométricas como un parámetro para determinar el curso de la enfermedad.

Material y equipo


Los termómetros de uso común son los que tienen escala de mercurio, pueden ser de bulbo corto, ancho y romo (para medición de temperatura rectal) y de bulbo largo (para toma de temperatura axilar, bucal o inguinal). La escala de medición está graduada en grados centígrados o Fahrenheit. El termómetro está dividido en grados y décimas de grados, y sus límites son de 34 a 42.2 ºC y de 94 a 108 ºF.



Para toma de temperatura bucal, axilar e inguinal
  • Termómetros mercuriales (bulbo).
  • Portatermómetro conteniendo solución desinfectante y esterilizante.
  • Recipiente con torundas secas
  • Recipiente con solución jabonosa.
  • Bolsa para desechos de acuerdo a lo establecido en la NOM 087-ECOL-1995.
  • Libreta y pluma para anotaciones.
  • Hoja de registro y gráfica para signos vitales.



Para toma de temperatura rectal
  • Termómetro rectal exclusivo (personal) para cada paciente.
  • Portatermómetro exclusivo (personal) con solución desinfectante y esterilizante
  • Jalea lubricante y demás material utilizado en la toma de temperatura axilar y bucal.

Procedimiento


Toma de temperatura bucal
  1. Trasladar el equipo a la unidad del paciente.
  2. Verificar datos de identificación del paciente. Llamarle por su nombre.
  3. Lavarse las manos.
  4. Explicar el procedimiento al paciente.
  5. Sacar el termómetro del portatermómetro y limpiarlo con una torunda con solución desinfectante, secarlo con otra nueva y desechar las torundas.
  6. Rectificar que la columna del mercurio registre menos de 35 ºC, si no es así, tome el termómetro con el dedo índice y pulgar y agítelo enérgicamente mediante movimientos hacia abajo y bajar el nivel del mercurio a 35 ºC.
  7. Solicitar al paciente que abra la boca.
  8. Colocar el termómetro en la boca del paciente, en la región sublingual (debajo de la lengua), descansándolo en la comisura e indicar al paciente que mantenga sus labios cerrados.
  9. Dejar el termómetro de 1-3 minutos.
  10. Retirar el termómetro y secarlo con una torunda seca en dirección del bulbo.
  11. Verificar los grados de temperatura corporal registrados por el paciente y anotar la cifra en la libreta correspondiente, indicando la fecha y hora del procedimiento.
  12. Bajar la escala del mercurio hasta 35 ºC como en el punto No. 6.
  13. Lavar el termómetro con solución desinfectante y colocarlo nuevamente en el portatermómetro.
  14. Para la esterilización de los termómetros utilizados, se recomienda colocarlos en solución desinfectante al 10% durante 30 minutos o al 15% durante 15 minutos.
  15. Colocarlos nuevamente en los portatermómetros para su uso posterior.
Toma de temperatura axilar e inguinal
  1. Llevar a cabo los pasos del 1 al 6, especificados en la toma de temperatura bucal.
  2. Colocar al paciente en una posición adecuada y cómoda, tomando en cuenta el diagnóstico e indicaciones posturales. Preparar la zona donde se va a tomar la temperatura.
    Axilar: Se podrá introducir el termómetro a través de la manga del camisón del paciente.
    Inguinal: Exponer la región inguinal, respetando la individualidad del paciente. Secar la región, axilar o inguinal con una torunda seca.

  3. Colocar el termómetro en la región elegida.
    Axilar: Colocar el termómetro en el centro de la axila (elevar el brazo del paciente, colocar el termómetro y bajar el brazo, pedirle que lo cruce para sostener el termómetro).
    Inguinal: Colocar el termómetro en el centro del pliegue de la ingle. Pedir al paciente que sostenga el termómetro contrayendo la pierna.
  4. Dejar colocado el termómetro por espacio de 3 a 5 minutos.
  5. Retirar el termómetro. Repetir los pasos del 10 al 15 especificados en la toma de temperatura bucal.


Toma de temperatura rectal
  1. Llevar a cabo los pasos del 1 al 6, especificados en la toma de temperatura bucal.
  2. Lubricar el bulbo del termómetro.
  3. Colocar al paciente en posición de Sims, decúbito lateral.
  4. Colocarse guante en la mano dominante, separar los glúteos con una mano enguantada para visualizar el orificio anal. Introducir el termómetro de 1 a 3 cm, según la edad del paciente (la introducción de más de 1 cm en recién nacidos y lactantes menores puede producir perforación rectal).
  5. Dejar el termómetro de 1 a 3 minutos.
  6. Retirar el termómetro y limpiar el excedente de lubricante o materia fecal de la región anal, utilizando la mano enguantada. Desechar el pañuelo utilizado en el sanitario. Desechar el guante de acuerdo a lo estipulado en la NOM- 089.
  7. Repetir los pasos del 10 al 15 especificados en la toma de temperatura bucal.
Contraindicaciones:

Contraindicaciones para la toma de temperatura bucal
Evitar tomar la temperatura bucal en pacientes con tos, hipo, delirio, bajo los efectos de la anestesia, disnea, lesiones bucales, etc.; en pacientes que hayan ingerido bebidas calientes o frías durante los diez minutos anteriores y en los propensos a convulsiones.

Contraindicaciones para la toma de temperatura axilar e inguinal
Evitar tomarla cuando existen lesiones en la región.

Contraindicaciones para la toma de temperatura rectal
Evitar tomarla en pacientes con lesiones en el recto o cuadros diarreicos. Se toma en pacientes inconscientes, recién nacidos y lactantes.



Consideraciones especiales
  • No dejar solo al paciente mientras tenga colocado el termómetro.
  • Cambiar la solución desinfectante de los portatermómetros.

Toma de Frecuencia Respiratoria


Concepto:

Son las acciones que se efectúan para conocer la frecuencia, ritmo y amplitud de las respiraciones de un paciente.


Objetivo:


Conocer las variaciones de la respiración del paciente, para valorar su estado y curso de la enfermedad.

Material y equipo
  • Reloj con segundero.
  • Pluma y libreta de anotaciones.
  • Hoja de reporte y gráfica para signos vitales.
Procedimiento
  1. Trasladar el equipo a la unidad del paciente.
  2. Verificar datos de identificación del paciente. Llamarle por su nombre.
  3. Lavarse las manos.
  4. Explicar el procedimiento al paciente.
  5. Observar l a elevación y descenso del abdomen del paciente durante 30 segundos, multiplicar por dos y observar:
    • Profundidad y esfuerzo para respirar, amplitud y ritmo de las respiraciones.
    • Sonido en caso de presencia.
    • Coloración del paciente.
    • Un minuto completo es más apropiado para patrones respiratorios anormales.
  6. Registrar la frecuencia respiratoria obtenida en la hoja correspondiente del expediente clínico y graficarla, observar si el ritmo y profundidad están alterados. Anotar la fecha y hora de la toma del procedimiento.
  7. Compare la frecuencia respiratoria con registros anteriores.
Consideraciones especiales
  1. Tomar en cuenta que es difícil para un paciente respirar naturalmente, si sabe que se le están contando las respiraciones.
  2. Si es necesario, en pacientes con problemas contar un minuto completo las respiraciones. En caso de duda repetir el procedimiento.
  3. Estar alerta cuando el paciente registre una cifra menor de 14 respiraciones o superior a 28, en pacientes adultos. Asimismo, si presenta caracteres anormales.

Toma de la Frecuencia del Pulso o Cardiaca


Concepto:

Son las acciones que llevan a efecto para percibir la frecuencia de los latidos del corazón, así como el ritmo, la amplitud y la tensión.


Objetivo:


Conocer las características y variaciones del pulso del paciente, para valorar su estado y curso de la enfermedad.


Material y equipo
  • Reloj con segundero.
  • Libreta y pluma para anotaciones.
  • Hoja de reporte y gráfica para signos vitales.
Procedimiento
  1. Trasladar el equipo a la unidad del paciente.
  2. Verificar datos de identificación del paciente. Llamarle por su nombre.
  3. Lavarse las manos.
  4. Explicar el procedimiento al paciente.
  5. Seleccionar la arteria en que se tomará la frecuencia del pulso: Radial, temporal, facial, carotídeo, humeral, femoral o pedio.
Por palpación
  1. Llevar a cabo los pasos del 1 al 5 especificados en el procedimiento.
  2. Colocar la yema de los dedos índice, medio y anular sobre la arteria. Suele utilizarse la arteria radial debido a que está cerca de la superficie de la piel y es fácilmente accesible.
  3. Presionar la arteria sobre el hueso o superficie firme de fondo para ocluir el vaso y luego liberar lentamente la presión. Presionar solamente lo necesario para percibir las pulsaciones teniendo en cuenta fuerza y ritmo.
Por auscultación
  1. Llevar a cabo los pasos del 1 al 5 especificados en el procedimiento.
  2. Colocar la cápsula del estetoscopio entre el 3o. y 4o. espacio intercostal izquierdo del paciente.
  3. Contar las pulsaciones o latidos cardiacos durante 30 segundos y multiplicar por dos. Un minuto completo es más apropiado para patrones de frecuencia de pulso o cardiaca anormales.
  4. Registrar la frecuencia de pulso obtenida en la hoja correspondiente del expediente clínico y graficarla, observar si el ritmo y fuerza están alterados. Anotar la fecha y hora del procedimiento.
  5. Compare la frecuencia de pulso y/o cardiaca con registros anteriores.
Consideraciones especiales


  1. Evitar tomar el pulso cuando el paciente esté en actividad.
  2. Estar alerta cuando el paciente registre una frecuencia de pulso menor de 50 ó superior de 100 pulsaciones por minuto. Considerar si las pulsaciones son demasiado débiles, fuertes o irregulares.
  3. En caso de que sea difícil tomar las pulsaciones al paciente, hacer la toma durante un minuto. Si aún no es posible percibir las pulsaciones, hacer la toma de frecuencia cardiaca apical (esto es con el estetoscopio en el área cardiaca).
  4. En caso de duda repetir el procedimiento.


Toma de la Presión Arterial

Concepto:

Son las acciones que se realizan para conocer la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias, dependiendo de la fuerza de la contracción cardiaca.


Objetivos:
  1. Obtener las variantes, registrarlas y así evaluar el curso de la enfermedad del paciente.
  2. Apreciar las variantes de las cifras:
    • SistólicaCuando el corazón impulsa la sangre dentro de la arteria.
    • DiastólicaMomento en que el corazón descansa. Periodo de relajación.
    • Diferencial: Es la diferencia que existe entre la presión sistólica y diastólica.
Material y equipo
  • Esfigmomanómetro o baumanómetro.
  • Estetoscopio biauricular.
  • Brazalete apropiado a la complexión del paciente: Adulto promedio 12 a 14 cm de ancho, obeso de 18 a 22 cm.
  • Libreta y pluma para anotaciones.
  • Hoja de reporte y gráfica para signos vitales.
Procedimiento
  1. Trasladar el equipo a la unidad del paciente.
  2. Verificar datos de identificación del paciente. Llamarle por su nombre.
  3. Lavarse las manos.
  4. Explicar el procedimiento al paciente.
  5. Colocar al paciente en posición sedente o decúbito dorsal y descubrirle el brazo y el antebrazo.

  6. Colocar el brazalete alrededor del brazo 2.5 cm arriba del espacio antecubital (arriba del codo), verificando que el brazalete esté totalmente sin aire (desinflado). El indicador de la presión debe marcar cero.
  7. Localizar el pulso braquial (arteria braquial) con la yema de los dedos índice y medio (situados en la parte interna del espacio antecubital).
  8. Colocarse las olivas del estetoscopio en los oídos y colocar la cápsula del estetoscopio sobre la arteria braquial del brazo del paciente elegido para la toma.
  9. Cerrar la válvula de la perilla insufladora del esfimomanómetro, utilizando el tornillo.
  10. Insuflar el brazalete hasta que el indicador de presión (columna de mercurio o manómetro) marque 200 mmHg.
  11. Desinflar gradualmente el brazalete, abriendo lentamente la válvula de la perilla del esfignomanómetro y dejar salir el aire, a una velocidad aproximada 2 a 3 mmHg.
  12. Escuchar el primer latido que corresponde a la presión sistólica o máxima (fase I de Korotkoff).
  13. Continuar disminuyendo la presión del brazalete hasta que se deje de escuchar el latido del pulso, el último latido o cambio brusco de la intensidad corresponde a la presión diastólica o mínima (fase V de Korotkoff).
  14. Desinflar por completo el brazalete y el estetoscopio del sistema de toma de presión.
  15. Limpiar las olivas y cápsula del estetoscopio con una torunda humedecida en solución desinfectante. Guardar el equipo en su estuche correspondiente.
  16. Registrar la frecuencia de presión arterial obtenida, en la hoja correspondiente
    del expediente clínico y graficarla, anotando la presión sistólica, diastólica y la diferencial. Incluir la fecha y hora del procedimiento.
  17. Compare la presión arterial con registros anteriores.
Consideraciones especiales
  1. Colocar el brazo del paciente en un plano resistente.
  2. Evitar que el estetoscopio esté sobre el brazalete.
  3. Verificar el funcionamiento adecuado del equipo.
  4. En caso de duda repetir el procedimiento.

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